Medio Ambiente, organismo dependiente del gobierno de Aragón, ya ha amenazado con derribar la gran cruz situada en un mirador de la sierra de Albarracín.
Este monumento, erigido en 1939, alcanza los 3 metros de altura (con peana) y es un importante símbolo de la cristiandad en el valle.
Sin embargo, desde este organismo, han señalado la cruz como un elemento peligroso, basándose en que el pasado verano atrajo un rayo que provocó destrozos e hirió al guarda que allí se encontraba.
Pero todo parece muy sospechoso, y ni siquiera los vecinos del municipio al que pertenece la cruz parecen fiarse de los motivos esgrimidos por el gobierno
Sea como sea, la solución no pasa por eliminar la presencia de este símbolo cristiano de la sierra, pero nuestras instituciones han desarrollado una extraña urticaria a todo lo que les recuerda que España es y debe permanecer católica.
Nosotros lo tenemos claro: no podemos permitir el derribo sin que se garantice la instalación de una nueva cruz, plenamente segura, en el mismo sitio en el que está la actual.
Por eso pedimos a Jorge Antonio Azcón, presidente de Aragón, que asegure la presencia de una nueva cruz en la Sierra de Albarracín en caso de retirar la actual.
El pasado mes de febrero, el departamento de Medioambiente del gobierno de Aragón emitió un informe técnico sobre la cruz de la sierra de Albarracín en el cual se aconsejaba su demolición por motivos de “seguridad”
Desde entonces, VOX ha dado la batalla en defensa de este monumento, señalando que el supuesto peligro denunciado no es sino una excusa para continuar eliminando las cruces de los espacios públicos, sobre todo, aquellas erigidas durante la guerra civil y años posteriores.
Y es que, si tenemos en cuenta lo declarado por los vecinos tras el pleno del ayuntamiento, en el que debían votar el destino de la cruz, la idea de que esta demolición venga motivada por un desprecio a nuestros símbolos y nuestra historia, coge mucha fuerza.
Según han dado a conocer los vecinos, la estructura metálica de la cruz, que dicen la convierte en un peligro por atraer a los rayos, lleva al descubierto, al menos, desde los años 70.
Además, a apenas un metro de distancia del monumento se encuentra un pararrayos.
¿Realmente este derribo es tan necesario como nos quieren hacer creer?
Como es normal, los argumentos esgrimidos por el Gobierno de Aragón han generado dudas entre los vecinos, sin embargo, denuncian no haber podido votar libremente condicionados por un técnico provincial y la secretaria del ayuntamiento.
En concreto, les han dicho que en caso de incidente se iría contra la persona física que hubiera votado a favor de mantener la cruz.
Nos quieren atados de pies y manos, calladitos mientras acaban con todo resto de la cristiandad, pero no se lo vamos a permitir.
¿Quieren quitar esa cruz porque es un peligro? Vale, pero que se comprometan antes a instalar una nueva, totalmente segura.
Por eso pedimos a Jorge Antonio Azcón, presidente de Aragón, que asegure la presencia de una nueva cruz en la Sierra de Albarracín en caso de retirar la actual.